El TDAH ocurre en el 3-5% de los niños en edad escolar. Comienza antes de los doce años de edad y puede continuar hasta la adultez, siendo además muy frecuente, encontrar que alguno de los padres padezca el mismo trastorno.
Los niños con TDAH suelen presentar:
A nivel escolar la expresión del TDAH condiciona el rendimiento del estudiante, y da la sensación de estar ante un niño que esta tomándonos el pelo, por que es capaz pero no rinde a su nivel.
Sin el tratamiento adecuado, se atrasa en sus estudios y puede perder a sus amigos. Esto genera en la familia un circuito de interacción negativo, donde las faltas del colegio se intentan corregir con prohibiciones constantes que en vez de lograr mejor rendimiento generan un vínculo padre e hijos tenso y doloroso. Este contexto sostenido en el tiempo, sólo llega baja autoestima y un medio emocional propicio para la aparición de trastornos emocionales , abuso de sustancias y fracaso crónico. Un alto porcentaje de niños con TDAH se expresan con severas dificultades para acatar consignas y aceptar las pautas escolares y sociales, siendo difíciles de controlar supuesto conducta por los padres quienes conviven con un desafío constante con sus hijos. Por esto es importante la consulta con un psiquiatra del departamento infanto juvenil que pueda diagnosticar el trastorno e implementar una terapéutica adecuada.
¿Como se manifiesta en adolescentes? En los adolescentes el TDAH se manifiesta con algunos o muchos de estos síntomas.
Al momento de pensar las características de esta serie de síntomas podemos hacerlo desde un punto de vista Atencional (dificultad para sostener la atención y para cambiar el foco de atención de manera flexible y adaptativa), desde lo conductual (la hiperactividad e impulsividad afecta no solo la conducta motora sino los procesos mentales que gobiernan el comportamiento), y finalmente como un déficit en las “Funciones Ejecutivas”, habilidades esenciales para la organización y autorregulación del de las actividades cognitivas, y por ende de la conducta