¿Quiénes padecen apnea de sueño?
Mayoritariamente, hombres y mujeres entre los 30 y 65 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad.
¿Quiénes están en riesgo?
• Los hombres más que las mujeres. • Las personas mayores. • Las personas con exceso de peso. • Las personas con la presión arterial elevada (hipertensión). • Los fumadores. • Las personas con alteraciones en las vías respiratorias.
¿Cuáles son los síntomas de la apnea de sueño? • Somnolencia durante el día. • Sueño poco reparador. • Dolor de cabeza por la mañana. • Ronquidos fuertes e irregulares. • Respiración irregular durante el sueño. • Dificultad para mantenerse concentrado. • Depresión. • Irritabilidad. • Pérdida de memoria y atención.
En la mayor parte de los casos, los síntomas no son detectados por las mismas personas afectadas porque los ronquidos y la dificultad por respirar se manifiestan durante el sueño. Las personas que comparten las horas de sueño de estos pacientes son los primeros en detectar que la respiración es anormal. También podría suceder que en las actividades cotidianas, los compañeros de trabajo observen, que estas personas presentan un excesivo cansancio o poca capacidad para concentrarse.
Uno de los síntomas más peligrosos es la dificultad de mantenerse despierto, particularmente al manejar en rutas. Cualquiera de estas señales sugiere la presencia de un problema y la necesidad de consulta médica
¿Qué ocurre durante una apnea?
Los músculos de la garganta y la lengua se relajan, obstruyendo la parte superior de las vías respiratorias. La respiración se hace difícil y ruidosa ya que el aire fluye con dificultad. Ocurren fuertes ronquidos junto a períodos de falta de respiración, desciende el oxígeno en la sangre y varía la frecuencia cardíaca. La persona se despierta y el sueño pasa de ser profundo a superficial. Los pulmones y el cerebro no reciben oxígeno suficiente, esto alerta al cerebro a abrir las vías respiratorias, para normalizar su función, causando un fuerte ronquido o jadeo.
La falta de sueño profundo, o fragmentado conduce a estados de somnolencia durante el día. Las apneas pueden llegar a tener una frecuencia mayor de 20 a 30 veces durante una hora. Cada evento puede ocurrir en un lapso de tiempo tan corto como unos pocos segundos, o puede prolongarse por más de 30 segundos
¿Cómo se diagnostica la apnea de sueño? Si el médico sospecha que tiene apnea de sueño, existen distintos exámenes que se pueden emplear para llegar a un diagnóstico. La polisomniografía es el examen específico para confirmar el diagnóstico de apnea del sueño y su gravedad. El estudio, que por lo general involucra la estadía de una noche en un centro especializado, permite el monitoreo de las ondas cerebrales, la tensión muscular, el movimiento ocular, la respiración, los niveles de oxígeno en la sangre y la posición corporal. Existen estudios simplificados que permiten arribar al diagnóstico mediante la medición de la frecuencia y tipo respiratorio, la frecuencia cardíaca, la oxigenación de la sangre y la posición corporal.
¿Qué tratamientos hay para la apnea del sueño? Los enfoques que tienen que ver con cambios de conductas o hábitos son eficaces para las personas con apnea de sueño leve. Estos abarcan:
• Bajar de peso: en muchas ocasiones, reduce las pausas de la respiración durante el sueño y ayuda a mejorar la respiración. • Realizar ejercicios: no solo ayuda a bajar de peso sino también al mejor funcionamiento de los pulmones. • Evitar el alcohol, la nicotina, las pastillas para dormir y los antihistamínicos de primera generación. • Dormir de costado: alivia la presión sobre la vía respiratoria. Probar con almohadas. La tecnología también puede se útil… Presión Positiva Continua por Vía Nasal: el empleo de una máscara aplicada sobre la nariz y en ocasiones sobre la boca, suele ser muy eficaz. La máscara impulsa aire dentro de la vía respiratoria superior para que ésta no se colapse mientras el paciente duerme. Artefactos dentales o bucales pueden emplearse para crear una vía respiratoria sin obstrucciones, y se pueden recetar a pacientes con apnea del sueño leve o moderada.
Procedimientos quirúrgicos Se podrían considerar para ensanchar permanentemente la vía respiratoria; sin embargo, no siempre resultan eficaces, siendo los resultados poco alentadores.
Tratamientos farmacológicos
En la actualidad no existen medicamentos que hayan demostrado ser eficaces para el tratamiento de esta enfermedad.