¿Qué es la disartria? La disartria es una alteración del habla provocada por parálisis, debilidad o incoordinación de la musculatura del habla, de origen neurológico. Es decir, estas personas comprenden el lenguaje a la perfección y pueden elaborar mensajes verbales, pero al momento de articularlos, surgen las dificultades. Es común que las disartrias se acompañen de trastornos de la deglución (disfagia), que deberán ser evaluados y rehabilitados lo antes posible a fin de evitar complicaciones en el estado clínico del paciente.
En relación al grado de severidad, las disartrias se clasifican en: leve, moderada y severa. En los pacientes con disartria leve, el habla es en general inteligible, con algunas particularidades: pueden tener problemas en la articulación de algunos pocos sonidos de su lengua (fonemas). Habitualmente son los fonemas que requieren una coordinación muscular más elaborada, o en palabras de mayor longitud. Las dificultades radican en sustituir un fonema por otro, omitirlo, o articularlo con imprecisión dando como resultado un sonido ajeno al repertorio lingüístico del paciente. En otros casos, una disartria leve puede manifestarse a través de una alteración en la velocidad y/o la intensidad de habla. La velocidad de habla aumentada (taquilalia) por ejemplo, trae como consecuencia la omisión de fonemas o sílabas afectando la inteligibilidad. A estos pacientes sus interlocutores les suelen solicitar que repita lo dicho o ellos mismos reducen sus expresiones verbales por este motivo. En ocasiones, hay compromiso en la movilidad del paladar blando, dando como resultado una resonancia hipernasalizada. En la disartria moderada se observan estos mismos trastornos pero involucrando más sonidos del habla y agravando las dificultades. Los pacientes tienen una articulación desdibujada y dificultosa, y el habla se torna por momentos ininteligible.
En la disartria severa es muy difícil comprender lo que el paciente está diciendo. La movilidad de los músculos orolinguofaciales está muy comprometida y por eso los procesos fonorrespiratorio, articulatorio y resonancial, están severamente afectados.
¿Qué causa la disartria? La disartria puede ser el resultado de un accidente cerebrovascular, un traumatismo de cráneo, un tumor, una infección, una enfermedad degenerativa o enfermedades metabólico-tóxicas o inflamatorias. Según la localización de la lesión la sintomatología puede variar afectando en forma adicalmente distinta el tono de los músculos afectados.
¿Se rehabilita la disartria? Existe una fase de recuperación espontánea que ocurre inmediatamente después de la lesión. Es muy importante aprovechar este período realizando terapia del habla fonoaudiológica simultáneamente, a fin de incrementar la recuperación lo más posible. Si bien muchas veces las dificultades persisten, con el tratamiento adecuado el nivel de recuperación es importante y mejora el grado de inteligibilidad.
Diagnóstico diferencial Hay alteraciones del habla que deben diferenciarse de las disartrias. Por este motivo, debe hacerse inmediatamente una consulta neurológica y una evaluación exhaustiva del habla y el lenguaje. En algunos tipos de afasia puede estar comprometida la expresión verbal, dando como resultado un habla poco fluida, que requiere de mucho esfuerzo, imprecisa, con sustituciones de sílabas y/o fonemas. La disartriase diferencia de la afasia en que no hay un déficit específico del lenguaje sino del habla. La apraxia del habla es la disminución de la capacidad para ejecutar voluntariamente los movimientos adecuados para la articulación del habla, siempre que no exista parálisis, debilidad o incoordinación de la musculatura del habla.
El abordaje rehabilitatorio variará según el diagnóstico, es por eso que es de suma importancia realizar oportunamente una evaluación fonoaudiológica completa